Hablemos de Fake News

Entre tanto bombardeo constante de información, distinguir lo verdadero de lo falso se hace cada vez más difícil. En este post exploramos las noticias falsas y nos preguntamos cómo abordar este problema en busca de soluciones.

Hablemos de Fake News

Las cifras para octubre del año 2022 marcan que cerca de un 60% de la población mundial usa activamente las redes sociales (unas pocas 4.74 mil millones de personas), con un tiempo promedio de uso de 2 horas y media por día. En un principio me sorprendió este último dato, por lo que fui a la sección ‘Bienestar digital’ dentro de ‘Ajustes’ de mi celular para comprobar que efectivamente yo no era ninguna excepción a la regla. Este tiempo de uso se reparte de forma variada y depende de cada persona, pero para muchos las redes sociales son nuestra principal fuente de información en cuanto a noticias. Una gran ventaja es la inmediatez con la que nos enteramos de cosas que de otra manera no podríamos hacer hasta que un diario/programa de TV publique la noticia de manera oficial. otra es que ya no se depende de estos medios para hacer llegar información a la población. Pero… ¿sabemos cuánto o qué de todo lo que leemos es verdadero y qué es falso?

Imagen del Papa Francisco creada con Inteligencia Artificial.
Imagen del Papa Francisco creada con Inteligencia Artificial.

Problemática

En general, no solemos chequear las cosas que leemos o nos llegan por redes sociales, por lo que resulta muy sencillo estar erróneamente informado. Además, la inteligencia artificial ya tiene la capacidad de generar imágenes hiperrealistas, haciendo que el registro fotográfico deje de ser una fuente confiable de conocimiento. Un caso que ejemplifica la gravedad de esta problemática es lo sucedido alrededor del COVID-19, en donde circularon noticias sin sustento científico y que atentaban contra la salud pública, como las siguientes:

Tomar sol o vivir en una región cálida previene el COVID-19.

Las vacunas contra COVID-19 tienen nanochips.

Otro ámbito en el cual la desinformación tiene un impacto significativamente peligroso es la política. ¿Cómo podemos decidir de manera consciente a quién votar si parte de nuestra decisión se basa en cosas que no son ciertas?

Imagen creada por Inteligencia Artificial de Donald Trump siendo arrestado.
Imagen creada por Inteligencia Artificial de Donald Trump siendo arrestado.

Definición

De acuerdo al artículo “The science of fake news”, una noticia falsa se puede definir como aquella información que ha sido publicada con la intención de engañar y confundir al lector. Los medios o personas que fabrican estas noticias imitan la forma de una publicación fiable, ignorando los procesos de verificación o directamente adulterando intencionadamente el contenido. De esta manera, pretenden hacer pasar una mentira, una exageración de los hechos o, en el mejor de los casos, una opinión, por un hecho objetivo.

El mayor caudal de noticias falsas suele darse en contextos críticos, tales como la reciente pandemia o periodos electorales, operando sobre temas que generan incertidumbre, logrando fomentar sesgos y prejuicios.

Imagen de un grafiti conspirativo del 5G en Londres, año 2020. Fuente The Guardian
Imagen de un grafiti conspirativo del 5G en Londres, año 2020. Fuente The Guardian

Las noticias falsas viajan más rápido que las verdaderas

Por si resultaba poco, un estudio del MIT comprobó que en Twitter las noticias falsas viajan más rápido que las verdaderas, por un amplio margen e independientemente de la categoría a la cual pertenezca la información. También encontraron que estos resultados no se deben a bots programados para propagar información errónea, sino que la causa de los mismos son los retweets de la gente compartiendo noticias falsas. Sus descubrimientos indicaron que:

  • Los tweets que contienen noticias falsas son 70% más probables de ser retuiteados en comparación a tweets con contenido verídico.
  • Las noticias verdaderas tardan 6 veces más en llegar a 1500 personas en relación a las noticias falsas.
  • En cuanto a cadenas de retuits ininterrumpidas (o “cascadas”), las noticias falsas alcanzan una profundidad de 10 a una velocidad 20 veces más rápida que las noticias verdaderas.

Una de las posibles razones a la que se le puede adjudicar este fenómeno es la “atracción emocional” que producen estas noticias al generar sentimientos como la sorpresa o la ira, lo que impulsa a las personas a compartir rápidamente. Otra razón posible es el sensacionalismo, un factor de “chisme” que hace que en general se quiera compartir información relevante, nueva, y que la veracidad de la noticia pase a un segundo plano.

Imagen representativa de cómo se esparce una noticia falsa en la población
Imagen representativa de cómo se esparce una noticia falsa en la población

¿Cómo las combatimos?

Algunos países intentan evitar la proliferación de fake news a través de regulaciones gubernamentales. Redes sociales como X (ex-Twitter) y Facebook tomaron medidas como añadir contexto a una publicación para que los usuarios puedan estar más informados antes de compartirla. De igual manera, es muy difícil tener un mecanismo automatizado para detectar publicaciones con contenido no verídico, por lo que nosotros como individuos podemos llevar a cabo las siguientes acciones para evitar la distribución de fake news:

  • Evitar compartir contenido de páginas no fiables. Tratar de que la fuente de información sea confiable.
  • Contrastar la información con múltiples medios. Muchas veces, una búsqueda de Google es suficiente para poder comprobar si la noticia es falsa.
  • Consultar páginas de fact checking, muchas de ellas listadas en Wikipedia.
  • Si no hay seguridad con respecto a la veracidad de una noticia, no compartirla.
  • Hacer un análisis del lenguaje utilizado en la noticia/publicación para diferenciar si realmente busca informar o solo pretende generar sentimientos negativos.
Ejemplo del uso de "notas" de X para añadir contexto a una publicación.
Ejemplo del uso de "notas" de X para añadir contexto a una publicación.