10 años en 10Pines
10 años no se cumplen todos los días. Por eso, hitos especiales ameritan posts especiales. He aquí un post emotivo a modo de reflexión por los 10 años de 10Pines.
Va un post emotivo, así que abróchense el cinturón!!!
Los que me conocen saben de 10pines, pero quizás no sepan que en el 2019 cumplimos 10 años de esta locura. A veces me pregunto si tuvimos suerte… ¿les cuento una historia acerca de la suerte…?
Como saben algunas personas, tengo 2 hermanos más, menores. Yo soy el mayor. Cuando era chico, 7 u 8 años, había días en que mi papá nos llevaba a la escuela.
Uno de esos días pasó algo que me quedó grabado en el recuerdo. Ya rumbo a la escuela, yendo por la calle los 4, mi papá, mis dos hermanos y yo, una señora grande (en esa época, para mí era una “vieja”, pero quizás ahora que lo pienso era una jovenzuela de 40 años), al vernos pasar frente a ella, se agachó y se tocó las rodillas. El gesto pasó inadvertido para mí y mis hermanos, pero no para mi papá… que se enojó bastante con la señora y le dedicó un par de comentarios no felices. En ese momento no entendimos nada y seguimos de largo, contentos a la escuela. Pero al tiempo me quedé pensando qué pasó. Recuerdo contarle a mi mamá sobre esta secuencia. Ella me explicó: “resulta que hay una superstición que dice que ver a un “negro” es de mala suerte! Como un gato… Peroooo, para contrarrestar la mala suerte, tenés que tocarte las rodillas…”. Entonces, en ese momento, entendí un poco la molestia de mi papá.
Luego de estas experiencias me quedé pensando mucho y cada vez que me miraba al espejo pensaba si me daría mala suerte a mí mismo, si estaría maldito de por vida, o si tendría que hacer algo para contrarrestar mi suerte. La creatividad no tiene fin cuando uno es niño!
A partir de ese momento, el tema de la suerte empezó a ser una obsesión para mí. Y la pregunta de si tengo mala suerte estuvo, por mucho tiempo, siempre presente en lo que hice.
Ya de grande me crucé con “El gen egoísta”, un libro que me gustó mucho y que toca de costado el tema suerte. En mi opinión, tiene buenas intervenciones sobre este tema. Una cita, por ejemplo, dice que “La suerte, buena o mala, golpea al azar, y un gen que permanentemente se encuentra en el lado de los sobrevivientes no es que sea afortunado: es un buen gen para la supervivencia.”
También me crucé con pensadores, como Pasteur, que concluyeron sobre la fortuna que “La suerte beneficia a las mentes preparadas”.
Mi conclusión es que la suerte es el resultado directo de nuestro comportamiento, condicionado o influenciado por el entorno en el que elegimos actuar o movernos. Y en ese contexto o entorno hay azar, cosas que suceden que no controlamos. Pero esas cosas nos afectan más o nos afectan menos según estemos más preparados o menos.
Para que quede claro: la suerte (¿o el destino?) es el balance entre mis acciones y lo que hago con el contexto que me tocó. Algo así como el proverbio sartreano “uno es lo que hace con lo que hicieron de sí”.
Por eso, esto que construimos TODAS LAS PERSONAS que formamos 10Pines definitivamente no fue suerte. Y tampoco fue casualidad. Muchas veces nos han dicho (y aún nos lo dicen): “bueno, ustedes pueden hacerlo porque son pocos”, o “porque son de sistemas”, o “porque blah”. Sin embargo, no es porque somos “pocos” ni es porque “somos de sistemas”, ni es porque “estamos en otra época” o todas esas excusas que suelen poner.
En realidad, es porque las personas que estamos acá le hemos puesto pasión, amor, dedicación, tiempo, convicción, persistencia, coherencia, PASIÓN (sí sí, dos veces) y mucha energía. NO ES CASUAL. ES CAUSAL. Trabajamos para que pase y mucho. ¿Nos equivocamos? Sí. Pero aprendimos y trabajamos convencidos y con PASIÓN. La pasión nos une. La pasión para demostrar que otro mundo es posible, que otras formas son factibles.
Y hoy estamos acá porque encontramos una combinación de genes que funciona: La apertura, la participación (o colaboración), la horizontalidad, y la confianza. Y trabajamos mucho para entenderla, para encontrarla y para construirla. No alcanza con solo identificarla, hay que estudiarla, cultivarla, cosecharla y ceder cosas para cuidarla. Entender eso nos llevó 10 años.
Lo importante para mí, y que quiero transmitir, es que, después de muchos años de ese incidente que conté al principio de la señora tocándose las rodillas, y después de justamente 10 años de estar formando parte de este increíble grupo, realmente me doy cuenta que lo de la suerte era todo una mentira… y que mi preocupación fue en vano.
Hoy me sigo mirando al espejo, como cuando tenía 7 años. Sin embargo ya no me pregunto si voy a tener mala suerte. Veo el reflejo y recuerdo a toda la gente que trabaja en 10Pines, a todo este grupo increíble y toda esta energía que emana y pienso: “¡No puedo tener mala suerte, realmente soy un afortunado de formar parte de este grupo!”. Gracias por hacer de este lugar un gran lugar para vivir.